15.7.06

neighborhood #3 (power out)

nos acercamos al fin de una era. una de esas que van derechito a formar un capítulo en los libros de historia del futuro. aquellas imágenes de las películas en las que un vaquero clavaba su pico y un altísimo chorro negro se disparaba por los aires serán consideradas íconos de una época completamente ajena. la realidad nos cuenta que los descubrimientos mundiales de nuevos campos de petróleo tocaron su techo en los 60, y la producción hizo tope en 1979 (me encantan los hechos históricos que caen arbitrariamente en el último año de una década, dan la sensación de que algo tremendo está por pasar). los descubrimientos se miden en "500 millones de barriles", hubo 13 en 2000, 6 en 2001, 2 en 2002... y ninguno en 2003. san seacabó.
todas las complejidades sociopolíticas que nos rodean serán resumidas en ese capítulo del libro como "las grandes potencias entraron en guerra para apropiarse de las últimas reservas". como quien mira la letra de un diario con lupa y aprecia todos los puntitos que la forman, así resultarán entonces estos titulares cotidianos de "bombardeo en la frontera con irán" o "contraofensiva de la resistencia árabe en bagdad". china salió a comerse el mundo en silencio, en todos los continentes está comprando campos petrolíferos, haciendo acuerdos con venezuela, invirtiendo, oh paradoja, con sus dólares estadounidenses... mientras aún tengan valor.
sería oportuno recordar que allá por 1973 los grandes visionarios de la economía mundial decidieron que el valor del dólar ya no estaría sujeto a las reservas en oro que lo mantenían "atado", sino a los devenires mágicos del libremercado. esto significaba lo mismo que decir "cuanto más crezca estadosunidos, más poderosa será su moneda y más se impondrá". dicho y hecho, estadosunidos tiene el nivel más alto de consumo de petróleo. para que china alcance 1/4 de ese consumo debería aumentar sus niveles de producción en un 44%. ya no queda tanto líquido negro como para que eso suceda. creo que el término técnico es "nos vamos al carajo", pero tendría que consultarlo.
así es como las reservas petrolíferas comienzan a agotarse, estamos en el punto alto de la parábola mirando hacia abajo, como cuando está por comenzar la montaña rusa: lo que viene lo que viene en fútbol de primeraaa... ¿sabremos comportarnos civilizadamente en esta crisis espectacular que se nos acerca? ¿o seguiremos pensando que le toca a todos menos a nosotros? lo más probable es que cuando las industrias empiecen a pasar hambre los grandes poderes dejen de lado la "fachada" terrorista y se lancen a apoderarse de todo lo que puedan sin mayor excusa, bajo la mirada siempre indignada de los organismos de derechos humanos.
¿y cuando ya no quede para fabricar energía? ya no será tan frecuente lo de sentarse a navegar por internet... los servidores empezaran a romperse, y las partes de plástico para arreglarlos ya no estarán disponibles. para los pocos que puedan usar un auto, les será muy muy fácil estacionar. ¿llegaremos al extremo de volver a las velas, a retroceder unos cuantos siglos por falta de previsión? en ese caso, los libros de historia nos condenarán por necios. el precio de la nafta de hoy no se repetirá, de ahora en más el aumento es gradual y permanente. ¿por qué no comprar mucha ahora, y dejar de perder tiempo? quien compra hoy una entrada para la final del mundial no sueña con que su equipo llegue, sino con el pilón de guita que hará en la reventa. ¿por qué no hacerlo entonces, por qué no gastarse en acumular todo el petróleo posible? porque... no podemos. no nos lo creemos todavía. la organización mundial republicana y el civismo democrático que supimos inventar nos induce a pensar que va a estar todo bien; vamos a poder resolverlo. quien se anime a decir "no!" hoy debe ser condenado de facho, y con razón. porque lo cierto es que no tenemos las respuestas aún.
en uno de sus libros michael moore imaginaba un escenario futuro hablando con su nieta (sí sí, su nieta: no-falta-tanto), contándole cómo era el mundo mágico y confortable en que el petróleo todo lo podía. le contaba que existían cosas locas como las biromes, las bolsas de nylon, los televisores de plasma... el cine debería prepararse para tomar un cafecito con la extinción, porque su dependencia de los productos derivados del petróleo (empezando por el material fílmico) y de la energía eléctrica es total. ahí estarán nuestras viejas expresiones, mirándonos como ex esposas dispuestas a recibirnos con su mirada condenatoria tras el fiestón petrolífero que nos pegamos cual "viejazo": los libros (ese es el lado bueno de que tan poca gente lea: los bosques nos van a durar unos cuantos años más), las pinturas (eso sí, dígale chau a los acrílicos y colores sintéticos, volvemos a los pigmentos), la música en vivo (larga vida a las leyes de la acústica), el teatro.
el mundo está a punto de cambiar de forma drástica, va a ser muy agridulce estar ahí para vivirlo. y con un poquito de viento a favor, los siglos de naturaleza irán limpiando los enchastres atmosféricos y ambientales que hicimos en nuestra histeria de tirar petróleo al techo. veremos a qué buitres les toca escribir en ese entonces el libro de historia.
hhomero mmira nnevar mmientras ssuena:
"phonique - for the time being"