14.11.06

grounds for divorce

según lo recuerdo, iba yo caminando por la calle dorrego. o puede ser que estuviera todavía arriba del colectivo. a punto de bajarme, seguramente. la cuestión es que al otro lado de la calle, un enorme cartel decía: "antonio tarragó ros, 30 años de coherencia". me paré frente al cartel estupefacto. una epifanía. me parece que eran 30 años, de eso tampoco estoy muy seguro. no viene al caso, de todas formas. se trataba de un recital en el que tarragó ros (search jokes for "tarragó ros". scanning... scanning... scanning... result: empty. humor provided by Microsoft Joke.) celebraba su aniversario de carrera, quizás fuera un intento más de pagar la hipoteca recurriendo a sus pequeños y grandes éxitos. o no, fuera tal vez una auténtica celebración junto a su público, llena de emoción y comunidad. nunca lo sabré, no fui. no me gusta tarragó ros. pero a pesar de lo poco que soporto su forma de cantar, me encontré sacándome hipotéticamente el hipotético sombrero ante su cartel: "30 años de coherencia". eso no se le podía discutir, coherencia tenía.
entonces pensaba, qué importante la coherencia. prefiero enfrentarme con alguien coherente que con alguien optimista. con un coherente antes que con un generoso. queda claro: en mi escala de valores, la coherencia gana por goleada. será por eso que prefiero leer un libro antes que mirar televisión. porque el libro demanda coherencia, de otra forma pierde toda gracia (a menos que su gracia sea la de ser incoherente, en cuyo caso al menos está siendo coherente con su incoherencia!). lo mismo que el cine, sólo que en ese caso se le dice "verosimilitud", o el más simpático sustantivo adjetivoso "verosímil". porque es tal el artefacto montado en una sala de cine, tiene tantos y tan diversos aspectos el dispositivo de ficción (aclaremos que un documental sólo es tal porque el espectador así lo observa, los "mockumentaries" son perversos ejemplos de esto) que si una película carece de verosímil, se desparrama cual castillo mal armado (el hecho de que los que más se desparramen sean los de naipes resulta un halago para los albañiles de los que se hacen con ladrillos hechos y derechos). en cambio, la televisión es un despiporre de incoherencia. así como los medios en general, sólo alcanza con ver la tapa de un diario de una semana a la otra. si así es que sucede, será porque la misma clase política (o las clases altas por extensión, que son las que les dan de comer al 80% de las páginas del diario, desde economía hasta espectáculos y deportes) tienen como aspecto fundante la incoherencia.
me atrevería a pensar que no es tanto la incoherencia sino la contradicción lo que genera tal nivel de esquizofrenia mediática. pero si lo pienso un rato más, me parece que no es la contradicción lo contrario (uia) a la coherencia. algo hay que me da mal sabor, porque a mí la contradicción me cae diezpuntos. es más, puede llegar a figurar en el top5 de valores, pegadita a la mismísima coherencia. yo creo que lo contrario de coherencia es, en realidad, hipocresía. palabra que da un aire como a señora de barrionorte que llama a la radio, pero figura en el diccionario y hay que usarla más allá de las connotaciones rotozas. la hipocresía es el acto de contradecirse adrede, me parece. desdecirse, buscar convencer de bla para después decir "dígale NO a bla". siempre que pienso en hipocresía se me viene la imagen de un cartel (hoy estoy con los carteles, qué barbaridad) negro con enormes letras blancas: "maldita cocaína".
lo mismo había vociferado charly garcía (estandarte de la coherencia Y de la contradicción, pero no muy amigo de tarragó ros, he ahí la gracia de ambos valores), sol sin drogas drogas sin sol. lo dicho, me encanta sentarme a leer un libro. y me propongo como norma general ser una persona coherente. si termino haciendo lo contrario es porque me contradigo sin querer, pero quién puede ofenderse ante la contradicción. es el aspecto fundamental de quien cogito, quien ergo y quien sum. aquel que no se da de palmos con sus propias contradicciones... será que es militar o algo por el estilo. vivirá en un sistema cerrado y sin espacio para la contradicción. paradoja de los sistemas, perfectos pero erróneos. sí, aguante la contradicción che. y aguante la coherencia también, tratemos de ser personas coherentes. a los villanos coherentes, los felicito. qué triste un caso como cavallo, que quiso ser villano pero su propia hipocresía (bordeando la esquizofrenia) lo convirtió en un ser de cabotaje. flor de turro sí, pero de cabotaje. no se puede ser un gran villano incoherente. hay que ser como los reyes despiadados, los rasputines y los calígulas y los nerones. esos son coherentes. ojalá organizaran un recital celebrando 30 años de eso, sería una fiesta pantagruélica.


hhomero ddesempolvó uun ddiscazo::
"babasónicos - D-generación"