23.11.06

child in time

mi abuela siempre cuenta la misma historia, sobre este hijo de una amiga de ella (tita? lita? dita? alguna de esas). él era jovencito, siempre fue muy buen mozo y muy, muy, muy trabajador. ya se arremangaba la camisa cuando todavía estaba en el colegio, porque era tan responsable mirá. lo habían tomado como repositor de johnson & johnson. él iba a los supermercados y controlaba y llevaba planillas y se aseguraba de que siempre siempre siempre hubiera mercadería de johnson y johnson. ya mencioné que era muy responsable? sí, sí. por eso fue que no tardaron mucho en darse cuenta de lo capaz que era él, y del desperdicio que resultaba tener como simple, llano repositor, a alguien tan capaz (y buen mozo, además) como él. a los pocos meses, ya le habían dado muchas más responsabilidades, tenía gente a su cargo y todo. él quería estudiar administración de empresas pero estaba aprendiendo tanto en jonson y jonson que no le daba el tiempo. a lo mejor empezó la facultad porque tenía mucha dedicación y se pasaba todo el día entre el trabajo y el estudio, no recuerdo este detalle porque honestamente dejo de escuchar después de los primeros 40 segundos a mi abuela cuando cuenta estas cosas.
cuestión que, el hijo de lita (o era delia?) hizo un flor de carrerón en shonson y shonson. tan pero tan bien le fue, que ahora es el gerente de la oficina que la empresa tiene en londres! porque es una empresa muy grande, yonson i yonson. muy importante. él manejó siempre muy bien el inglés, acá en argentina le tenían mucho aprecio sus superiores, pero para que pudiera seguir creciendo a nivel profesional lo enviaron a dirigir los devenires mercantiles de la filial londinense. mirá - vos - qué - mara - villa.
si tan sólo pudiera reproducir el tono tan especial que mi abuela usa cuando cuenta esta historia. porque la cuenta siempre, todas y cada una de las veces que nos vemos. en su voz hay cierta melancolía, cierta tristeza de lo que pudo ser. de lo que podría haber sido. de lo que hubiese podido ser de sus nietos... si tan sólo... pero no. no fue. y yo me pregunto, si mi pasión por encontrarme en el sitio diametralmente opuesto en la escala alimenticia en el que estaría un gerente de multinacional en oficina de primer mundo, si será esa pasión fruto de mi auténtico desagrado por la economía en general, o si será fruto del taladro que resulta escuchar a mi abuela (a la cual quiero muchísimo, aclaración tan innecesaria y contraproducente como "tengo un amigo judío") cada vez que nos cuenta sobre el hijo de clelia (o era maría ester?). sea como sea, tengo un poco de ambas cosas: el odio visceral, casi primitivo, de que mi abuela tenga que refregarnos orgullos ajenos antes que propios (que también da vergüenza escuchar, pero por lo menos está hablando de nosotros qué carajo) y de que, atiéndame bien nona, no - me - interesa - ser - el - emperador - supremo - de - una - mega - empresa. ffuf.
como siempre, termino pensando que algo debo haber hecho mal para que no me interese. para que no me llame, no me motive, no me atraiga en la más infinitésima parte de un miligramo. porque la historia que cuenta mi abuela lo único que logra, además del odio antes mencionado, es un maremoto de inevitable culpa. he aquí un pequeño hallazgo, dado que la pregunta inmediata sería "culpa de qué?". me parece que la gracia de la culpa es justamente esa, no necesita objeto alguno. sólo con existir arruina la existencia, valga la redundancia. será culpa de no ser alguien en la vida, de no trascender y tener montones de gente admirando y dependiendo de lo que uno hace. yo digo "gracias, pero no gracias". así soy, así me gusta ser.
cuándo fue que mi abuela se puso tan exigente? solía alcanzar con no tener muchos raspones y que nos vaya bien en la escuela para que ella estuviera orgullosa. solía alcanzar con comer todo lo que nos servía, con no estar pegándole al primo más chico todo el tiempo, con compartir los juguetes. solía alcanzar con que le presentáramos una "noviecita" que no fuera una baronesa del reviente. ese tipo de cosas. pero ya nada alcanza. hay que afrontar la triste realidad: el mundo se ha vuelto sumamente exitista, y mi abuela cayó en la volteada.
algunas películas eligen tratar esta persecuta con el éxito, el "be the best" tan americanoide. no muy paradójicamente, los que más se esfuerzan en esta temática de la trascendencia son los directores independientes... norteamericanos, claro. todd solonz en cada una de sus películas ("felicidad", pero sobre todo "storytelling"), mike mills con "thumbsucker", también darren aronofsky con "requiem for a dream". no se me ocurren muchos más en este momento. pero sepanlón: cuanto más alto se sube más duele la caída, y todos lo sabemos: la horizontalidad es la mejor posición para adquirir. por eso mismo, yo propongo "dígale no al triunfo". más aún, "fracase todo lo que pueda". el fracaso sólo duele porque el mundo demanda el éxito. sino veamos: cuando uno fracasa sin costo (como por ejemplo, cuando intenta cocinar algo pero sale feo) no se sufre, simplemente se le llama "aprendizaje". entonces, hay que ser coherentes: o se sufre por cada idiotez que nos sale mal, o no se sufre por ninguna. te gusta hacer malabares en el semáforo? perfecto. (yo diría "qué nabo", pero nunca en voz alta). te gusta tocar la guitarrita? adelante!
hay que animarse y decir "abuela, me importa un verga el hijo de lita, o zulma, o aída, o como se llame tu amiga esa que huele a naftalina todo el año". hay que juntar coraje y decirle "abuela, felicitalo al forro ese por ser gerente de johnson y su hermano, bien por él, que se limpie el culo gratis toda la vida. pero yo estoy para otras cosas!". ojalá nadie tenga miedo de gritarle "basta abuela, me tenés los huevos al plato con lo del imbécil de londres. no te das cuenta que estar de traje sentado atrás de un escritorio como un monigote no es lo mío? qué no ves que yo tengo otras inquietudes, otras metas, otras prioridades en la vida antes que triunfar en el cruel mundo de los negocios? quereme como soy, abuela. que por estar todo el tiempo pidiendo más te perdés de lo que ya tenés. dejalo al pajero del hijo de tu amiga. si tanto se la pasa laburando debe ser flor de cornudo ese."
aah, qué alivio. recomiendo fervientemente a todo el mundo que se atreva y diga estas cosas. yo no me animo ni a palos.


hhomero qquiere sser ccool, eescucha::
"new order - krafty"