28.12.06

into the white

acodado sobre el borde del barco, dejó caer su sombrero al fragor de la batalla que se batía muy por debajo de sus pies: las olas eran derrotadas inexorablemente por el titánico avanzar del transatlántico, que revolvía el océano en movimiento perpetuo. debajo de él, pensó, la inmensidad de las profundidades. por sobre su cabeza, la profundidad de las inmensidades. inexorable sentirse una entidad famélica, sometida a las fuerzas incalculables del globo.
"el mundo está rodando". meditó sobre esto un buen rato. una enorme piedra desprendida, que cae por la ladera a mayor velocidad cada instante. choca, rebota, parece no pesar demasiado y sin embargo a cada paso deja enormes bollos. ni bien zarpar, se dedicó durante varios días a recorrer el barco por su perímetro, caminando agarrado a la baranda. terminó por comprobar que no había salida, esa era la embarcación y por unas cuantas semanas tendría que permanecer sobre ella. accedieron entonces, su cerebro y él, a entregarse al pánico durante unas cuantas horas. todos aquellos que lo conocían siquiera remotamente; todas y cada una de las personas que podían dar cuenta de su vida, se alejaban a cada segundo más. eran las personas que a él le importaban. esto había sido devastador para su ánimo durante las primeras jornadas de viaje. tuvo un encuentro pugilístico con un muro de grueso acero, en el que decidió proyectar sus angustias: necesitaba bajarse, necesitaba por todos los medios cerrar los ojos y, al abrirlos, reaparecer en el mundo conocido, entre los seres conocidos, en los hogares conocidos. si existían realmente otros países, otras vidas y otros paisajes, maldijo entonces por querer conocerlos. pero con las horas fue acostumbrándose, muy a su pesar, a la realidad: ahora sólo se veía agua y más agua, cordilleras invertidas que habían sido inundadas por glaciares gigantescos; montañas de hielo que sucumbieron durante miles de años a la erosión solar. ahora no eran más que millones de metros cúbicos de agua salada. agua salada con un barco flotando encima.
se soltó de la baranda y caminó por entre los viajeros despreocupados. existencias gratificadas por la intrascendencia, que bailaban sobre la pista del salón como si cuerdas invisibles los mantuvieran sujetos al barco. se prometió nunca dar por sentada a la fuerza de gravedad. durante muchos años había bajado la guardia ante otros asuntos, asuntos emocionales por sobre todo; había dado por sentado muchos vínculos. sobreentendidos que levantaron a todo el vecindario, tal el ruido que produjeron al caer. ya no más: el hecho de haber visto durante 43 años cisnes blancos no significaba que no estuviera rompiendo el cascarón en algún nido del mundo aquel cisne gris que se las ingeniaría para volar hasta su presencia y echar por tierra algún aspecto establecido de su vida. "y lo mismo con la fuerza de gravedad": si por algún golpe de suerte o irremediable delirio encontrara un hueco en el suelo, un pozo lo suficientemente profundo como para no ver el fondo. si cayera dentro y resultara que ese hueco atravesaba todo el diámetro de la tierra y salía del otro lado en mongolia: hasta qué punto caería? si cayera hasta el otro extremo, terminaría saliendo disparado hacia los cielos asiáticos? "caería" al espacio exterior? o se detendría en el centro mismo de la tierra, para conversar por unos instantes con el desgraciado mongol que hubiera corrido la misma suerte que él, y en cuyos bigotes notaría el comienzo del incendio que terminaría con ellos, envueltos en magma? no, la gravedad no era para nada merecedora de su confianza.
un poco mareado, se fue en busca de su camarote. más precisamente en busca de la pipa que incumplía sus deberes, inmóvil sobre la cama. pero ni había descendido hasta el primer descanso de la escalera cuando vio caminando por el techo una magnífica araña. qué espeluznante alegría haberla encontrado, pensó. qué imprudente de su parte, caminar tan sin esconderse, tan despreocupada por las entrañas pluviales del transatlántico. quizás no estuviera al tanto de que su deber como araña era el de escurrirse sin ser vista por algún rincón. fue siguiéndola en su recorrido, maravillado por sus movimientos acechantes. pensó muchas cosas en ese entonces: cómo fue que el bicho había terminado a bordo; nacería de alguna araña madre o llegaría ya joven, montada sobre algún equipaje polvoriento? estaría al tanto de que se encontraba sobre un barco, de que el barco flotaba sobre el mar y de que sólo agua encontraría a su alrededor? se habría topado ya con algún límite de los que separaban ontológicamente al barco del resto del mundo? o será esta embarcación lo suficientemente grande para resultar un territorio infinito para la araña? un paisaje tan vasto que jamás llegaría a recorrer en su vida de arácnida. pensó sin humildad alguna en su propia situación, atrapado entre lo profundamente inmenso y lo inmensamente profundo. tan inconmensurable era la tierra, y sin embargo apenas le llevaría segundos a un agujero negro devorársela toda. reducirla a la nada. por un momento amagó con sentirse miserable, pero sin darse cuenta se sonrió en voz alta. se burló como un tonto de su propio planeta.
y entonces cayó en la cuenta de que la araña caminaba por el techo. "por el techo", murmuró. su arriba era el abajo y viceversa. más inaudito aún: cuando la araña se encontrara con un muro, el costado sería el piso el arriba sería detrás y luego el piso sería abajo. sintió profunda envidia por la destreza arácnida. vio en su mente a la tierra flotando, pero américa apuntaba hacia arriba y el polo norte quedaba en la base. nadie entendía nada porque en el espacio no había referencias. toda la humanidad entonces se desprendía de sus invisibles piolines y "caía hacia el cielo" lejos y más lejos hasta fundirse y el mundo quedaba vacante. para alegría de los cisnes grises.
se arrepintió de haber tirado su sombrero al océano; a nadie le gustaría aterrizar en algún asteroide con su cabeza descubierta. rebuscó un consuelo y se conformó con admitir que, si bien a cada instante más y más agua se interponía con todo aquello que quería, menos y menos distancia lo separaba por el otro extremo. esperaría entonces a estar precisamente a medio camino, para empezar a preocuparse.


hhistoria iinspirada een eel ppiano dde::
"muse - starlight"

17.12.06

you should be dancing

anoche aconteció uno de esos eventos en los que la calidad resultó inversamente proporcional a la concurrencia: éramos 10 personas. tocó un trío de jazz, piano batería contrabajo. pero qué pianista. qué contrabajo. y qué batería. sobre todo, qué pianista. impecable. lindísimo repertorio (qué palabra fea es "repertorio", suena a consultorio). excelentes arreglos. versiones clásicas de grandes clásicos. versiones novedosas de grandes clásicos también. el lugar era muy lindo, la noche era muy linda, la iluminación era muy linda. mencioné que había solamente 10 personas escuchando?
lo cual permite concluir que la calidad no guarda relación alguna con la convocatoria. esto puede ser engañoso, porque por momentos parece todo lo contrario: eventos de alto nivel cultural se llenan y todo el mundo aplaude. pero no creo que esos mismos eventos se llenen si les restamos el factor "promoción". la promoción, que a primera vista podría significar el acto de difundir el asunto para que la mayor cantidad de personas estén informadas de su futuro acontecer, va un poco más lejos que eso. se trata de promocionar el hecho, es decir que no sólo tienen que saber que va a suceder, sino que tienen que pensar que va a estar imperdible. ese sea quizás un grave error de quienes organizaron el concierto de anoche: dieron por sentado (casi me atrevería a decir, dieron por recostado) que los nombres de los músicos, verdaderos virtuosos de la escena local, serían más que suficiente para atraer al público habitual de jazz. error, no alcanza con decir "mañana a la noche toca perengano", hay que agregarle condimentos del estilo de "y es su último concierto del año" (como si entre el fin de un año y el comienzo del siguiente hubiera un limbo de meses y meses), o "va a haber invitados sorpresa" (sí, ya están invitados pero aún así se van a sorprender de estar ahí), o "no viniste la vez pasada? se llenó, hubo que dejar gente afuera".
se trata esto de publicidad engañosa? bueno, siempre y cuando no consideremos "publicidad engañosa" una redundancia de ligas mayores. si no nos dejáramos llevar por tales apelativos, los autos serían toditos del mismo color. porque la evidencia de que en una noche de sábado hubiera apenas 10 paisanos escuchando una tocata jazzera absolutamente maravillosa no hace más que respaldar aquello de que millones de moscas. refrán bastante bobo? sí. desagradable? sí. lamentable? sí. lamentablemente cierto? también. porque no importa si el producto es bueno, importa hacer que usted, potencial gastador de dinero, quiera derrochar el suyo en nuestra oferta. quiera creer que se le ocurrió que esa oferta sería buena. o a lo sumo que no pueda vivir sin ella, lo cual es más fácil de lograr de que lo que parece. luego, pasados unos años, podrá preguntarse por qué era que compraba esas remeras llenas de manchas chorreadas, retazos de tela cosidos en el hombro, corazones calaveras ramas de árboles siluetas tipografías desprolijas marrones y celestes y amarillas tan pero tan espantosas.
más evidencia? prestad atención.
en los hot100 de la revista billboard se encuentra hoy en el primer puesto la canción "money maker", de ludacris. esto qué quiere decir: que es el tema más escuchado, el tema más pasado en todas las radios del mundo, que está en el disco más vendido de esta semana. ergo: mucho dinero ingresando en los bolsillos del tal ludacris, ahora famosísimo artista. y cómo es esta genial "money maker" que parece ser de la apetencia de tanta pero tanta gente? si usted arriesgó "debe ser un hiphop insoportable", ha dado en la tecla. señor pianista excepcional, el jazz ya fue: ahora lo que sacude es el rapeo intrascendente sobre bases de tres notas. pero no nos detengamos en la crítica destructiva, mejor analicemos la letra:

Shake your money maker
("sacudí tu máquina de hacer billetes", está hablando del poto por si alguien no se avivó aún)
Like somebody's bout to pay ya
("como si alguien fuera a pagarte", que es lo mismo que decirle gato)
I see you on my radar
("te veo en mi radar", una analogía nuevísima)
Don't you act like you're a faker
("no te hagas la desentendida")

She...
("ella")
You know I got it
("vos sabés que lo tengo", se refiere a su troncho)
If you wanna come get it
("si querés venir a agarrarlo")
Stand next to this money
("parate junto a esta guita", lo que quiera decir eso)
Like - ey ey
("como si... apa la papa!")

Shake your money maker
("sacudí tu máquina de facturar")
Like somebody's bout to pay ya
("como si alguien fuera a pagarte")
Don't worry about them haters
("no te chivés por los envidiosos esos")
Keep your nose up in the air
("vos seguí con la frente en alto")

You know I got it
("vos sabés que lo tengo")
If you wanna come get it
("si querés venir a manotearlo")
Stand next to this money
("venite junto a esta plata")
Like - ey ey
("como si - aaaasa")

hasta aquí podemos apreciar la profundidad en la poética de ludacris: no es para nada profunda. pero por suerte repite todo como ocho veces. además de estar pronunciado (dato por mí intraducible) en esa onda slang que podríamos llegar a identificar por estos pagos con la falta de "s" al final de cada palabra; pronunciación tan "sábado tropical". vo queré lavandina! pero la canción dice mucho más, así que prosigamos con el análisis sin más dilación:

Shake, shake, shake your money maker
("sacudí sacudí sacudí tu tortero")
Like you were shaking it for some paper
("como si lo hicieras por dinero")
It took your momma 9 months to make ya
("le llevó a tu vieja 9 meses hacerte", sí sí, dice "hacerte")
Might as well shake what your momma gave ya
("entonces por qué no agitar lo que tu mamá te dio")
You, you lookin good in them jeans
("esos jeans te quedan de re chupete")
I bet you'd look even beter with me in between
("te apuesto a que te quedarían mejor todavía conmigo entre medio", podemos decirle adiós al "desnudo cuidado" que teníamos hasta acá)
I keep my mind on my money - money on my mind
("pienso todo el tiempo en dinero, mi mente está en el dinero nena", porque el conflicto en medio oriente puede esperar)
But you's a hell of a distraction when you shake your behind
("pero vos me distraés mal cuando movés el tortero")
I got *** on my right side pourin' some cups
("tengo un m***da acá a mi derecha sirviendo tragos")
My whole hood is to my left and they ain't givin a fuck
("toda mi patota está a mi izquierda y no les importa un carajo nada de nada", son chicos rudos con cadenas de diamantes, si a alguien puede llamarle la atención eso)
So feel free to get loose and get carried away
("así que dejate llevar libremente", habla de tomar pepas)
So by tomorrow you forgot what you where saying today
("cosa de que mañana ni te acuerdes lo que decís hoy")
But don't forget about this feeling that I am making you get
("pero no te olvides de esto que te estoy haciendo sentir")
And all the calories you burn from me making you sweat
("ni de todas las calorías que quemás cuando te hago sudar", ay por favor, lo que viene es peor)
The mile highpoints you earn when we taking my jet and
("el montón de millaje que ganas cuando te subís a mi avión", ni siquiera pude capturar en la traducción lo tobara de esta línea)
How everywhere you turn I'll be making you wet
("y para donde mires voy a estar yo poniéndote mojadita", sin comentarios)

[Estribillo]
Shake your money maker
Like somebody's bout to pay ya
I see you on my radar
Don't you act like you're a faker

suficiente? no señor, faltan varias estrofas aún. voy a borrar todas las veces que repiten el estribillo (pueden buscar la letra en internet y confirmar que son más de las necesarias). acá hay otro fragmento de genialidad. hmm se puede saborear el puesto nro 1 de billboard en este!

Switch, switch, switch it from right to left
("muévelo muévelo muévelo de un lado para el otro")
And switch it till you running right out of breath
("muévelo hasta que te quedes sin aliento")
And take a break until you ready again
("y tomate un descanso hasta que puedas volver a empezar", está hablando de coito)
And you can invite over as many friends as
You want to but I really want you and just
("podés invitar a todas las amiguitas que quieras pero yo sólo te quiero a vos", porque si antes pensaba sólo en la plata, ahora sólo piensa en la monogamia: it´s the american way)
Be thankfull that Pharrel gave you something to bump to
("agradecé que Pharrel te dio alguien con quien cruzarte")
Luda - I'm at the top of my game
("Luda, estoy en la cima", habla de sí sismo en tercera persona como el diegote)
You want my hands from your bottom to the top of your frame
("querés que te manosee desde el orto hasta las tetas", pido mil perdones, pero dice eso!)
And I - just wanna take a little right on your curves
("y yo sólo quiero divertirme con tus curvas")
And get erotic giving your body just what it deserves and
("y ponerme erótico dándole a tu cuerpo lo que se merece")
Let me give you some swimming lessons on the penis
("dejame que te dé algunas lecciones para nadar sobre el pene", ah por lo menos dice pene y no poronga, toronjo, bergamota, bombilladecuero o laquemecuelga)
Backstroke, breaststroke, stroke of a genius
("de perrito, la rusa, como un genio")
Yepp call me the renissance man get up and
("decime el renacentista y sentate sobre esta", surrealismo puro... o impuro)
I stay harder then a cinderblock man
("se me queda dura como piedra")
Hey I´m just a bedroom gangster
("yo soy sólo un pendenciero de habitación")
And I've been meaning to tell that I really mus thank ya when you
("y lo que quiero decir con todo esto es que tengo que agradecerte muchísimo cuando vos")

[Estribillo]
Shake your money maker
("agitás el culo")
Like somebody's bout to pay ya
I see you on my radar
Don't you act like you're a faker

hay una estrofa más. pero ni vale la pena seguir, no? creo que el argumento "calidad vs cantidad" está más que respaldado por este puesto número uno de los charts internacionales. mi único consejo para los verdaderos maestros que tocaron anoche un rato de jazz es que intenten agregar en su próxima gacetilla: "a mover el culo con los hits de bud powell y george depaul, partuza toda la noche y concurso de remeras mojadas." por ahí con algo de eso logramos llenar la sala. no porque el pianista, el contrabajista y el baterista quieran estar "at the top of the game", sino porque están tratando de vivir de su música. y mientras el que sea 1er puesto en el hot100 esta semana la va a estar juntando con pala; enormes músicos, talentosos, la están sudando con pico y pala.


hhomero bbate ppalmas ccon::
"cab calloway - zaz zuh zaz"

12.12.06

watermelon man

cada vez estoy comiendo menos. podría atribuirse esto a un sinnúmero de factores: lo modesto de mis ingresos, el trajín diario, la falta de hambre de (el huevo y la gallina) comer cada vez menos. pero a quién quiero engañar, es que me da mucha vagancia ponerme a cocinar. supe que toqué fondo el día que me preparé un huevo duro, abrí una lata de arvejas, le tiré queso rallado, unas galletitas rotas, le piqué el huevo adentro, embadurné todo con salsa de soja y me lo comí con cuchara. de la lata. esto sería un hecho triste y olvidable si no fuera porque una amiga me llamó por teléfono y me preguntó qué estaba haciendo. yo le contesté "estoy cenando". no tengo perdón.
eso no es cenar, mi estimado; "menjunje en una lata" no pasa la verificación técnica. pero así es mi vida, para qué ocultarlo. tengo mi lugar, con una cocinita mínima en la que me da miedo meter algo al horno (aunque ya lo prendí más de una vez, que conste), tengo una sola olla, un solo plato, una sola fuente. con suerte si me hago a veces algunas milanesas de soja. de las del polvo raro que se le pone agua y ¡magia! son milanesas. uso mi única fuente para mezclar y mi único plato para el pan rallado. que no se malinterprete todo esto: me encanta cocinar. ya no por cuestiones terapéuticas, ni por simple placer: lo disfruto porque es un enorme esfuerzo en pos de lo efímero. será por eso que los cocineros son personas tan especiales. pueden pasar horas en la elaboración de un plato, para que sea arrasado en apenas 10 minutos (y con viento a favor) por los infelices de los comensales. para mí ese tipo de tareas, en las que se trabaja para que el resultado desaparezca (mejor dicho, sea transformado en un terrenal placer) al corto plazo, esas actividades son las que le ponen gracia a la vida. al contrario que construir torres gemelas o pirámides, en la cocina uno se esfuerza por la intrascendencia. y ahí hay algo muy profundo que parece tener (creo que con esto me voy para el rumbo de los tomates) un contacto cercano con la muerte. está comprendido que todo lo que uno haga va a estar condenado a la desaparición, y sin embargo se procede sin dudar. con alegría, de hecho.
a mí me encanta cocinar. amasar, especialmente. y cagar a martillazos las milanesas. si usted es vegetariano y sólo prepara de soja, no sabe de lo que se pierde. la cocina tiene historia, mucha cuestión ancestral encima; está vigente como el primer día en que el hombre de las cavernas decidió ponerle algo de smowing al cadáver que se estaba comiendo. hablamos de milenios hace, algo así como del 5000 AC (Antes del Caldito, la verdadera bisagra de la humanidad gastronómica). hablar del parentesco que tienen la cocina y la alquimia es abrevar en lo ya recontradicho. pero qué duda cabe. uno de los pocos lugares en los que el hombre se da el enorme placer de encender un fuego en este mundo moderno y alocado, es en la cocina. y como en toda expresión artística, están los talentosos que hacen malabares con sabores desconocidos, los laboriosos "intérpretes" capaces de plagiar recetas con maestría, y el resto de los nabos que intentamos elaborar algo medianamente comestible. si bien ya lo decía la ley de murphy, "todo es comida si se lo mastica lo suficiente", esto no desestima que uno pueda arremangarse y pasar la mejor de las tardes enchastrando el 85% de los utensilios.
si tanto te llenás la boca (justamente) hablando del placer de cocinar, cómo es que arrancaste metiendo una cuchara en una lata de arvejas con huevo y queso rallado? me digo a mí mismo. y me respondo: buen punto. no tengo defensa admisible. mi hipótesis es que no sé apreciar la autococina. necesito alguien a quien alimentar para que valga la pena el esfuerzo, porque si fuera por mí sé que ese bastardo traidor que soy me deja (o me dejo?) morir de hambre. incluso diría más: clasifico como uno de los pocos hombre anoréxicos que deben haber en el planeta. no me avergüenzo en admitirlo, tengo padrísimos problemas con mi aspecto físico. es un ítem más para anotar en la columna de "le chifla". cuando era chico era bastante regordete, recuerdo que a veces me comía una tarta de zapallitos entera (mi kriptonita) a lo largo de una tarde. eso, sumado a mi shockeante inutilidad para los deportes, arrojaba como resultado una cargada permanente por parte de mis compañeros. quizás no fuera tanto en volumen de cargadas, pero yo me lo tomaba muy a pecho. o muy a panza, no sé cómo se dice en estos casos.
aconteció algo muy curioso, y es que cuando terminé séptimo grado me mudé de ciudad. durante el verano previo a entrar al secundario en mi nueva localidad estuvimos trabajando en la construcción de la nueva casa. y eso, junto al estirón propio de la edad, hizo que para cuando entrara al colegio, estuviera bastante más flaco y alto. compañeros nuevos, profesores nuevos, ciudad nueva. mi gordo yo se había quedado a más de 1000km. eso me ofreció un paradisíaco entorno para respirar tranquilo en el rubro "gastadas". al menos durante un tiempo. básicamente hasta la primera clase de educación física, jeje. tampoco era que estaba hecho un esqueleto, seguía teniendo algún que otro kilo. pero el cuerpo entero estaba cambiando, como nos pasa a todos en esa edad. aún así, seguía teniendo el trauma que me acompaña todavía. esas cosas, creo yo para desilusión de mis pasados y futuros psicoanalistas, no se cambian más. cuando uno desde los 6 o 7 años piensa que está en el equipo de los gorditos, se siente de esa forma para siempre. es una cuestión de identidad, del formateo de carácter que responde a la pregunta "cómo dirías que sos?".
eso sí, yo soy un anoréxico consciente. esto puede apestar a contradicción, pero no es tal. ejemplo: en este momento estoy muy flaco; nunca había estado tan flaco como ahora. no existe persona alguna que me vea y piense "el dogor". de hecho, según el índice de masa corporal (o como se llame) me faltan 5 kilos. nunca fui muy hermano de las estadísticas, así que no le doy bolilla. ahora bien: estoy empíricamente flaco. me veo flaco? me creo flaco? no señor. sigo sintiéndome incómodo con mi cuerpo. eso a mi humilde entender se diagnostica como síntoma de anorexia. podríamos hablar durante horas sobre la esquizofrenia de la moda, los medios y las etcéteras, del mandato social de ser delgado… pero para qué perder el tiempo. a lo que quiero llegar es: sí, soy anoréxico. suelo pasar hambre por miedo a engordar. pero si yo sé que lo estoy haciendo porque soy un zopenco, vale como enfermedad? no me disgusta comer. todo lo contrario, jamás hasta ahora me he rehusado a la pantagruelia de un asado hecho y derecho, sólo por el hecho de no querer subir de peso. en mi lista de prioridades gana el "corazón contento" antes que la figura esbelta. quién puede ser tan salame como para no disfrutar del morfi. eso es trampa? o puede decirse que si tengo consciencia de mi anorexia, entonces no estoy tan mal? ah, la negación. divino tesoro.
yo supongo que para ser anoréxico de los de verdad, hay que ser un poquito bobo. sigo hablando en masculino para que no piensen que esto es sexista. pero vamos, quién puede forzarse a no comer? es demasiado rico para ser cierto! además de la imperdonable traición, ya no sólo a la lógica pura, sino lo que es peor, al instinto! que resulta no comer. como cuando bart baja la palanquita en la cabina del avión y el piloto vuelve a subirla: "jeje, sin eso no vivimos". qué clase de lelo puede forzarse a no probar bocado. esa es mi conclusión: la anorexia lleva implícita una cuota de imbecilidad, diríamos, de alto calibre. o a lo mejor no es imbecilidad, sino simple falta de inteligencia. "inteligencia" entendida no como cultura general, sino como criterio. sentido común. lucidez. un ser inteligente sabe disfrutar de las cosas en una medida sensata. y entre otras actividades, come. más siendo la comida tan pero tan pero tan pero tan rica.
me contradigo, luego existo: hoy no pienso cenar. supongo que eso, habiendo escrito el párrafo anterior, me pone del bando de los no inteligentes. y sin embargo voy a hacerlo. me acostumbre a casi no comer durante el día. el estómago es un músculo (bueno, en realidad es un órgano, pero hagamos de cuenta que los órganos son músculos y los músculos son órganos) que se estira y se contrae con increíble facilidad. hay muchas cuestiones que me llevan al no comer, no quisiera extenderme demasiado. pero básicamente aprendí que: cada cuerpo se rige por su metabolismo. hay quienes comen mucho y no acumulan en forma de grasas, hay quienes tienden a acumular de forma descontrolada, hay quienes saben manejarlo. pero el metabolismo se puede moldear, hasta ahora eso estoy descubriendo. yo almorzaba y cenaba todos los días. y engordaba. muy despacio pero engordaba. con esa cantidad de comida, mi cuerpo acumulaba. así que fui reduciendo la cantidad hasta encontrar el punto en el que gasto lo que tengo y ya. eso me llevó a eliminar una de las dos comidas. ahora si almuerzo no ceno, y viceversa. hoy almorcé, por lo tanto no voy a cenar. quizás coma una fruta. quizás no. pero no te da hambre? sí, me da hambre. pero me la banco. hay algo de monástico en bancársela que me atrae particularmente. no en el sentido espiritual, sino en el enfrentamiento con la restricción que ayuda a conocerse a uno mismo. a ver qué tanta voluntad se tiene.
ya pasó un día entero. ahora es la noche del día siguiente al que escribí todo lo anterior. esperé un día más para subir esto al blog porque quería anotar todo lo que comí hoy y cerrar el posteo con ese listado. listado que voy a guardar para asustar a alguna que otra nutricionista. tiemblen, locas: me levanté a las 8:30. tomé un poco de agua. a eso de las 11:30 tuve mi primera ingesta, media taza de cereales con yogur. fui al gimnasio. corrí 5km. hice ejercicio. estuve en la pileta. créase o no, eso ya no me da hambre. pero como no soy menso, volviendo a la oficina me compré algo para reponer: dos duraznos y dos ciruelas. me las comí a eso de las 17:00. ahora son las 20:30, tengo bastante hambre. mientras escribo esto me estoy preparando unos fideítos con manteca. no almorcé, por lo tanto voy a cenar. fideos no será el platillo más elaborado, pero al menos aprendí: juro ante escribano que la gran "menjunje intragable en la lata" no la hago nunca más.


hhomero sse oobsesionó ccon::
"sondre lerche - sleep on needles"

5.12.06

miniature disasters

existe una categoría del conocimiento denominada "sabiduría del sobre de azúcar". es un pilar cultural tan importante como inadvertido, a mi parecer. en qué consiste: en todas aquellas lecciones de la vida que, no por muy consabidas, resultan menos sabias. mi ejemplo de hoy es: "la felicidad está compuesta por deliciosas intrascendencias". como podrá advertirse, esta categoría se compone por frases remanidas, quemadísimas, cháchara de abuelo. se pasean por la delgada línea que separa al lugar común (el digno lugar común) de la cita de bucay (actividad entretenida, la de citar a bucay, porque uno nunca sabe a quién está citando en realidad!). y son llamadas "sabiduría del sobre de azúcar" por varias razones: en primer lugar, debido a la sana costumbre de imprimirlas en el lado de atrás de los sobres de azúcar, para el deleite de todo parroquiano que se arrime al café de la esquina. también se llaman así porque son endulzadores de la vida (perdonen la analogía de cabotaje, pero queda tan bien hablando de este tema…) y, como con el azúcar, si se usa en demasía termina arruinando cualquier brebaje. ja, acabo de levantarle la barrera a las metáforas espantosas, quedan avisados.
estos aforismos (si eso es lo que son) han encontrado su sitio ideal en el reverso de los sobrecitos de azúcar. lo glorioso del asunto es que, en cuanto la charla se vuelve tediosa, basta con empezar a leerlos en voz alta para reavivar la conversación. yo cuando sé que voy a un lugar muy aburrido, me llevo una bolsita de sobres en la mochila y páfate! los saco en cuanto el ánimo de la concurrencia empieza a decaer. y si con eso no levanta, los tiramos todos para arriba y después los juntamos otra vez en la bolsa. para que el acto de infantilismo esté completo a veces me cargo en la mochila también una piñata. pero eso sí, hacen falta como tres personas con buenos pulmones para inflarla.
el ejemplo que di antes, "la felicidad está compuesta por deliciosas intrascendencias", no lo saqué de un sobrecito, más bien lo inventé ahora. pero estuvo motivado por lo que me lleva a escribir sobre todo esto: un rato con amigos en un bar. es decir: una intrascendencia. pero qué bien la pasé. tal es así que cuando en la puerta del establecimiento nos despedimos cada uno rumbo a su casa, lo primero en que pensé fue en ese lugar común: "qué poco se necesitó para estar bien. quién puede andar proyectando su vida de gran evento en gran evento cuando esto, un par de horas de soberano hueveo en un café, alcanza y sobra para manufacturar tanta alegría". los mejores recuerdos los hacen los pequeños detalles: una comida riquísima, un momento musical bien calzado en la rutina, un paseo en soledad, un día en el que el clima no se ensañó con nadie, pantuflas nuevas, recibir un masaje hecho sin pericia pero con cariño, sumergirse en la bañadera y preguntarse "por qué será que no me doy un baño de inmersión todos los días?", comprar un chocolate sabiendo que no va a quedar nada en apenas 20 segundos… eso y más, pero nunca todo junto. si le dedicamos este posteo a los lugares comunes, podríamos metaforizar la cuestión como aquello de los granitos de arena que hacen… jaja, no me peguen soy humano. en cualquier momento tiro la gran "es el árbol que no te deja ver el bosque, miguel" y estamos completos.
hablando de bosques, este café tuvo todo lo que tenía que tener: un rato largo buscando el bar que nos motivara a entrar, la moza que se hacía la que no veía, el análisis exhaustivo del menú (que dio sus frutos: descubrimos que escribieron "pastaflora", extirpándole así toda la gracia a la palabra "pastafrola", baluarte de nuestra lengua), su culminación con el pedido clásico: dos cafés, un jugo, unos tostados. tuvo las burlas sobre los comensales aledaños (particular saña para con la señora muy mayor con la campera de vinílico muy rojo), el anecdotario sexual, los juegos de palabras (el éxito de la velada: "ingrid grunge"), los mamarrachos en servilletas, las carcajadas que hacen que todos los demás se callen por un instante, incluso las conversaciones bobas que en el momento son tan graciosas pero que al rato ya parecen… lo que son, bobas.
ejemplo: facundo dice viniendo para acá nos cruzamos con victoria. camila dice qué victoria. esa, la que está re loca responde facundo. no tengo la menor idea de quién me hablás. la loca esa, victoria. yo digo: facu, ya le dijiste que se llama victoria y que está loca. camila no tiene ni idea de quién estás hablando, y vos para aclararle más le decís "victoria, la loca"? facundo se ríe. agrega: vicky, la chiflada. yo me rio. dedicamos otros 3 minutos a fabricar todo tipo de reforumulaciones y sinónimos: vic, la turulata. la que no le llega el agua al tanque. victu, la que le faltan un par de caramelos en el frasco. la que le falla. victoria! vicky, que está medio tocada. y así hasta que deja de tener gracia. para nosotros, porque camila se limitaba a mirarnos con cara de "qué chiquilines". y justo en el momento en que nos quedamos callados ella exclama: aaaahhh!!! victoria!! sí ya sé quién es! uff, esa sí que está pirada… y los tres nos caemos a carcajadas. como dije antes, reproducido luego pierde toda la gracia.
daba para seguir de vagancia en el bar. los tres que formábamos la tertulia vivimos solos. tenemos nuestra invalorable libertad de veinteañeros (por fin! una libertad que puedo apreciar en el momento en que acontece y no cuando ya no la tengo), solemos tener este tipo de encuentros semiplanificados que hacen a la actitud "bla" tan apática y pedante que nos arrejunta. llega un mensaje (juicio castigo y paredón para los que dicen "mensajito"): estoy almorzando fideos aburridísimos. entonces voy y paso por la casa, sin responder el mensaje. de ahí partimos al mundo civilizado, para que en el camino llegue otro mensaje: estoy en el centro, revolviendo chatarra en musimundo. vamos para allá. ya somos tres. un par de vueltas más. encontramos el bar. y el resto ya lo conté.
tiene cierto encanto estar haciendo a los veintipico lo que se supone que uno debería estar haciendo a los veintipico. lo que no se debe hacer es detenerse a pensar en el asunto, porque pareciera que estamos obedeciendo con cierta ceguera a un mandato sociocultural con el cual no necesariamente nos sentimos identificados. tiene mucho de estereotipo cinematográfico. pero hay que aprender a apreciar ese encanto del cuento conocido en lugar de estar gruñendo todo el tiempo. supongo que por estar desde hace tanto tiempo llevando la contra es que pueden disfrutarse las épocas en que se hace lo correcto… de propia voluntad!
sucede lo mismo con los sobrecitos de azúcar, y lo que escriben en el lado de atrás. me acordé de una: "no amar por miedo a sufrir es como suicidarse por miedo a morir". son tan sonsas las frases. y sin embargo son ciertas. algunas. no todas, claro. pero hay que apreciarlas por lo que son: filosofía barata. sobre la mesa y en el mismo pote: las verdades del azúcar y las mentiras del edulcorante. jajaja, qué romay resulta comparar la vida a un encuentro de café. pero bueno, el chiste de andar generalizando impunemente es que uno termina por reírse de uno mismo. y eso es más que sano.


hhomero ttuvo uun bbuen ddía mmás::
"la buena vida - mi año natural"